El craquelado es una técnica de falso acabado que aporta al objeto sobre el que se aplica un aspecto agrietado.

Para conseguir ese efecto, necesitaremos:

  • Pintura de base
  • Pintura de acabado
  • Cola vinílica
  • Pinceles

Antes de empezar, hay que limpiar con un paño húmedo la superficie a tratar y secarla con un paño limpio. Aplicamos sobre la misma la pintura que hayamos elegido para la base y la dejamos secar.

A continuación, diluimos la cola en un poco de agua (diez partes de cola y una de agua, aproximadamente) y aplicamos una capa generosa con un pincel grueso hasta cubrir el mueble.

Cuanto más gruesa sea la capa de cola, más grandes serán las grietas. Si queremos que tenga un aspecto más natural, se puede aplicar la cola de forma irregular.

Dejamos que se seque un poco (para asegurarnos de que está en el punto adecuado, debemos ver que se ha formado una película seca, pero que sentimos blanda al presionarla). Sobre ella, aplicamos la pintura de acabado elegida. Es mejor aplicarla diluida para que forme una capa fina que facilite el craquelado y dejamos secar completamente. Veremos cómo van formándose y creciendo las grietas conforme se va secando.

Para finalizar, podemos darle una fina capa de cera en pasta, que resaltará el aspecto antiguo.

Esta técnica no tiene por qué emplearse exclusivamente en muebles, ya que puede aplicarse sobre distintas superficies: madera, cerámica, yeso, etc.