Hay distintos tipos de aborto, se hará hincapié en el aborto inducido y en el denominado aborto natural o espontáneo. cuando por distintas causas naturales, el embarazo se interrumpe y se pierde la posibilidad de proseguir con el nacimiento de un niño o una niña, se está frente a lo que se denomina como aborto natural. Según las estadísticas, entre un 10% y un 50% de todos los embarazos se finalizan debido a la presencia de algún tipo de problemática en la salud, o cuestiones correspondientes a otros aspectos como la edad de la madre, lo cual hace que se evidencia un aborto natural.
Por otro lado, el aborto inducido, se produce cuando hay intencionalidad de terminar con el crecimiento del feto, recurriendo a una ayuda médica, o sin requerir la misma. Retomando nuevamente las estadísticas, se puede afirmar que aproximadamente 45 millones de mujeres por año se ven en la necesidad de llevar adelante esta intervención en su cuerpo. Pero lo preocupante de esta cifra es la manera en que se realizan los abortos, sin la presencia de especialistas en la materia, lo cual pone en peligro la vida de la madre.
También se puede hablar del aborto farmacológico, en el cual se emplea la mifepristona o RU 486. dicha medicación, se aplica con frecuencia, y no en soledad, ya que se acompaña con lo que se denomina como raspado. estos fármacos, debido al nivel de incidencia sobre el cuerpo de la mujer, siempre traen aparejados distintos síntomas que el cuerpo a sufrir con posterioridad, por lo tanto aquella persona que desee someterse a este tipo de tratamiento, deberá conocer en un ciento por ciento todas las posibles transformaciones que su cuerpo puede llegar a padecer y estar completamente segura de que esto es lo que quiere realizar. Por ejemplo, algunos de los síntomas, los cuales suelen asemejarse a los de un aborto espontáneo, son el vómito, la diarrea, dolores, fiebre.
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En cuanto a los abortos inducidos, se pueden revisar las distintas legislaciones nacionales, de las cuales se deduce la distinción entre abortos electivos y terapéuticos. Estos últimos encuentran su justificación a raíz del intento de resguardar la integridad de la madre, ya que la misma presenta un embarazo riesgoso el cual puede atentar contra su vida. Éste tipo de aborto suele ser determinado por un especialista médico que considera necesario terminar con el embarazo debido a que el bebé por nacer con lleva algún tipo de problemática que no tiene solución, como por ejemplo alguna enfermedad congénita o genética sumamente grave.
Por otro lado, un aborto electivo es aquel que se piensa en un contexto completamente diferente, generalmente cuando hay un embarazo no deseado. Aquí ya no existe una enfermedad en el feto, ni ningún problema de salud por parte de la madre. Aquí lo que suele suceder, es que la concepción se ha producido en una situación de delito, como puede ser una violación, o bien porque debido determinadas situaciones económicas, familiares y sociales, la madre no puede o no desea traer un niño o niña a la vida. Este es el tipo de aborto que está prohibido en la gran mayoría de los países, con pena establecida por ley.