Sin duda alguna estamos viviendo la era tecnológica y aparecen profesiones que no habíamos oído nunca, un ejemplo de estas profesiones es: los nómadas digitales. Los nómadas digitales, son trabajadores por cuenta ajena o propia que usan la tecnología para trabajar desde cualquier lugar del mundo. Una modalidad de tendencia, que permite seguir con la vida profesional al tiempo que se puede disfrutar de países exóticos o simplemente en los que la vida es mucho más amable. Las estimaciones dicen que para dentro de 10 años, habrá millones de trabajadores así por el mundo. Es por eso que vamos a hablar de sus principales características y sus formas de trabajo.
Ser nómada digital tiene beneficios, que sobre todo tras la pandemia vivida en 2020 se valoran especialmente, por ejemplo:
Cambia el estilo de vida, no hay que ver el nomadismo digital como si solo fuera un trabajo, hay que sentirlo como una forma de vida. Se trata de adaptar la vida laboral a la personal, tomando el control total de esta última y poderla disfrutar al máximo.
Posibilidad de libertad de movimiento. Al trabajar gracias a internet, te permite estar en cualquier lugar del mundo realizando el trabajo en cuestión, es decir, desde cualquier lugar hacer tu oficina.
Y hay varios modelos de nómadas digitales, ¿te interesa? Pues, vamos a ello.
Existe el Empleado remoto: es el trabajador que pertenece a una empresa, con posibilidad de trabajar desde cualquier lugar del mundo. Tienen capacidad de decidir y poder gestionar el tiempo que van a estar en cada lugar, y de esta forma gestionar su trabajo, no por ello prestarle menos atención. De hecho, hay numerosos estudios que aseguran que la productividad de estos trabajadores aumenta entre un 65% y un 85%, dado que más de la mitad sufren menos estrés, un c45% duerme mejor que cuando tenían un trabajo presencial y prácticamente todos los encuestados, tenían una actitud mucho más proactiva y positiva.
Aparte del “empleado remoto” existe también el “ freelancer”. En este caso es un trabajador que tiene clientes propios y trabaja para empresas al tiempo, Dispone de una gran libertad y como norma general se hacen cargo de todos los gastos que genera su actividad, de hecho, se puede decir que fueron pioneros en este tipo de teletrabajo. Pueden trabajar en cualquier parte del mundo, para conseguir sus objetivos y después vender su trabajo a otras empresas o bien tener sus clientes propios, dependiendo un poco del sector en el que se muevan. Por ejemplo, un periodista, es un perfecto ejemplo de freelancer, viaja a cualquier zona del mundo en busca de una noticia y después la puede vender a cualquier periódico o televisión.
Y también podemos encontrar a los denominados: emprendedores: En este caso, son trabajadores por cuenta propia, que tienen un negocio propio que normalmente requiere de una concentración o responsabilidad mayor. Normalmente, trabajan online desde cualquier lugar del planeta y desde donde estén pueden administrar su empresa.
Una vez más tiramos de estudios, ya que son los que avalan el creciente interés por este trabajo. Tras la revolución industrial no ha habido un cambio tan importante como el que estamos viviendo, gracias a la introducción en el mundo de la vida al lado de internet. Ha cambiado absolutamente todo en nuestra vida, desde la forma en la que podemos cumplimentar cualquier documento, a cómo nos relacionamos, con lo que la vida laboral estaba claro que también iba a cambiar.
Evidentemente, las nuevas generaciones apuestan sin dudarlo por este modelo de trabajo, tan solo necesitar tu equipo, que dependiendo a lo que te dediques necesitarás más o menos, y por supuesto con internet, lo tienes hecho. Hay una gran cantidad de profesiones que pueden ser propias de esta nueva forma de trabajar, por ejemplo: un programador, un coach, diseñador web o un fotógrafo profesional, además de como ya hemos dicho antes, un periodista.
Es cierto, que se necesitan determinadas cualidades para que este estilo de vida te guste, la hagas tuya o bien te resulte cómoda. La teoría de viajar y trabajar al tiempo es muy buena, pero evidentemente no todo es miel. Si vas a tener la posibilidad de conocer lugares alucinantes, pero no olvides que no estás de vacaciones, es decir, tienes que tener la autonomía suficiente o más bien la responsabilidad de sacar tiempo para desarrollar tu faceta laboral, porque para viajar, evidentemente hay que tener dinero. De hecho, muchas veces, el mayor problema que se le plantea a las personas que empiezan a emprender esta vida, es que no son constante en su trabajo, y dependiendo del tipo de nómada digital que seas, puedes ver que tus ingresos disminuyen. Además, al inicio, es complicado manejar la presión o los picos de trabajo que te puedan surgir. Pero hay que tener paciencia, disciplina y calma y verás como todo se va colocando, haciendo que ocio y trabajo vaya al unísono. Paciencia y perseverancia.
Evidentemente, un nómada digital no está exento de cumplir con sus obligaciones fiscales. La residencia fiscal es clave, ya que en días o en todos los países se tributa de la misma forma. Por ejemplo, en España: si se permanece más de 183 días en el año, se tiene la actividad económica en este país o se tiene a tu cónyuge o hijos menores de edad, residiendo en el país se entiende que se debe de tributar aquí.
Desde luego, parece la panacea y nosotros estamos seguros de que es un modelo de trabajo totalmente en alza. La disponibilidad de tiempo, el no tener que ir a una oficina a calentar ninguna silla, poder visitar lugares, o bien simplemente poderlo hacer desde el jardín de tu casa, son motivos más que suficientes para que cada vez más profesión se intente hacer de forma telemática. Que en muchos casos beneficia, incluso a las empresas, el no tener que disponer de un espacio para sus trabajadores, o al menos no tanto espacio.
Esperamos, que este post sobre la visa para nómada digital te haya gustado y te haya resultado útil, conozcas un poco más de este mundo e incluso pueda hacer que te replantees tu vida tanto personal como laboral.