En este post vamos a hablar sobre el gotelé. El gotelé es una técnica para decorar las paredes. Se trata de esparcir sobre una pared una pintura con una densidad superior a lo normal para que conforme unos grumos o gotitas. El gotelé se puede aplicar de varias formas, como por ejemplo con pistolas de proyección de aire comprimido, gracias a las tirolesas o bien, con rodillos especiales.
De esta forma se consigue una pared con una superficie rugosa. En función del espesor y de la composición que se utilice, las rugosidades van a ser más o menos grandes.
Esta técnica ha sido muy utilizada para poder disimular las imperfecciones o las deformidades de las paredes. De hecho, era el acabado más utilizado por las empresas promotoras para que no se vieran los posibles defectos que se hubieran producido durante la construcción. Si la pared no es totalmente recta, o tiene algún tipo de desnivel, el gotelé disimular esas imperfecciones. Por otro lado, hay que señalar que es la técnica más económica para dar cobertura a una pared.
Como ya habrás sobreentendido, el gotelé ha sido utilizado para tapar los desperfectos, mucho más que usado con fines estéticos. Ahora, sin embargo, no es necesario recurrir a este tipo de pintura para cubrir desperfectos, gracias a las numerosas técnicas que hay, por lo que ahora es casi una técnica desaparecida.
Ahora el gotelé está absolutamente pasado de moda, y se prefiere que cualquier pared quede lisa. Hay que tener claro que con gotelé es muy complicado que un vinilo se fije, complicado a bien imposible, o cualquier otro elemento que se utilice para decorar la pared y que sea adhesivo. También es cierto que desaconseja para las personas con determinadas alergias, ya que en su rugosidad se almacena polvo. Las paredes que llevan gotelé en el caso de necesitar una reparación son muy complicadas, ya que no es sencillo que quede con la misma gota. Tampoco es demasiado utilizado, porque el gotelé fomenta que con la luz se produzcan unas sombras, por lo que la luz no se ve homogénea, aunque sí que lo esté.
Es tal los efectos negativos que genera para la gente que la mayoría de las obras que se realizan en la actualidad en las casas, es quitar gotele. Después de eliminarlo tanto gracias a un profesional, o si lo intentas hacerlo tú, al eliminarlo dejarás al descubierto la pared que se encuentra debajo. Quienes ya han eliminado el gotelé de sus casas, dicen que merece la pena y que el aspecto de la casa cambia absolutamente. Si lo estás barajando, pide presupuesto o bien asegúrate que vas a poder realizar correctamente la obra.
El proceso de levantar el gotelé de las paredes o de los techos de una casa puede tener un coste de entre 20 y 30 euros el metro cuadrado, aunque siempre va a estar condicionado al estado actual que tengan las paredes. Se valoran los desperfectos existentes, si hay pintura de algún tipo o los esmaltes, que puede complicar aún más el levantar el gotelé. Como norma general, se tarda en realizar este trabajo, siempre hablando de profesionales, unos quince días en pisos que tengan unos 80 o 100 metros cuadrados. Cuando se quiere eliminar el gotelé se puede realizar esto de dos maneras:
La primera es la forma sencilla, y trata de humedecer las paredes y esperar un tiempo para poder raspar el gotelé con la ayuda de una espátula clara. A continuación, se deberían de arreglar los desperfectos existentes con masilla para dejarlo lo más sencillo posible, aplicando una imprimación selladora y una vez seco se podría pintar la pared en cuestión con pintura plástica del color que queramos. La otra forma de eliminar o bien tapar el gotelé con una especie de masilla que se adhiere a la pintura plástica, pero sí que es cierto, que para que las paredes queden bien restauradas con esta técnica, debe de tener experiencia la persona que lo esté quitando.
El gotelé es una técnica que como ya hemos dicho, no goza de su mejor momento. En la actualidad, las paredes con tabiquería de pladur, o en ocasiones se realizan tabiques de los de antes, pero ahora sí que se puede aplicar el yeso de forma correcta para poder conseguir alisados totalmente perfectos gracias a técnicas de yeso maestreado con ayuda de miras para mantener la rectitud perfectamente.
En el interiorismo al igual que en la moda, se dice que toda tendencia termina volviendo conforme pasa el tiempo. Pero en el caso del gotelé, no es el caso, no es catalogado como vintage. Y aunque esté pasado de moda, no es sencillo acabar con él, porque se necesita una inversión económica importante, por no hablar de la suciedad que se genera. Si que es cierto, que se puede disimular por ejemplo gracias a los efectos ópticos que puede generar la pintura, porque por ejemplo si la pared que tiene el gotelé es blanca, tan solo con pintarla de mate va a disimular mucho el gotelé existente. Otros expertos nos han comentado, que con un juego correcto de los colores, posiblemente también “desaparezca”.
También puedes olvidarte del gotelé si lo recubres con paneles de poliuretano, fijándote a la superficie gracias a una pasta adhesiva que acaba con las irregularidades de la pared y deja colocar los paneles. Sin duda es una de las formas más sencillas de eliminar el gotelé, y por supuesto es más fácil e incluso económica para poder olvidarte de ello.
Aunque ya hemos dicho que lo que sea adhesivo en la pared es muy complicado que funcione, salvo que sea una especie de papel pintado autoadhesivo, que además de darnos un extra de decoración, nos puede ayudar a que se disimule el gotelé.
Lo que sí que es cierto, que fue una técnica muy extendida en los barrios más obreros, y aunque ahora nos apresuremos en retirarlo, también hay muchas personas que lo dejan solo porque les recuerda a la casa de la abuela, creando un ambiente acogedor.